Autora: Mari Carmen López Palomo, Eduardo Ortuño Pampin.

Índice

Descripción del lugar

En pleno corazón del Parque natural de los montes de Málaga, junto al arroyo de los Frailes existe un lugar increíble, con tanta historia a sus espaldas que se dice que José Bonaparte, amigo de la familia propietaria, pisó este lugar en sus días de visita a Málaga. Nos referimos al Lagar de Jotrón.

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Fig. 1. Lagar de Jotrón. Fotografía Eduardo Ortuño.

El lagar de Jotrón

Antes de centrarnos en la historia de este importante lagar, hoy en estado de ruina, tenemos que resaltar que no se conoce con certeza a qué distrito exacto pertenecía Jotrón. Ya que según la división administrativa eclesiástica era un pago agrícola en los Montes de Málaga que pertenecía al distrito rural de la parroquia de Santiago, fundada a fines del siglo XV por los Reyes Católicos. Pero en otra documentación se la incluye en el pago de Chaperas y Lomillas.

Dentro de este terreno, se edifica la hacienda conocida como lagar de Jotrón, el cual se encuentra levantado en la ladera de una loma. Es uno de los primeros modelos de lagares de residencia veraniega de la burguesía comercial malagueña.

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Fig. 2. Ubicación del paraje donde el lagar de Jotrón se ubica. Fotografía Eduardo Ortuño.

Desconocemos el año que fue construido con exactitud, pero los estudios del inventario y el testamento de Maury, uno de sus primeros propietarios más importantes conocidos, determinan que por la información que se tiene de la compra de las demás fincas rústicas, oscila sobre el año 1790.

Arquitectura de Jotron

En los montes de Málaga podemos decir que nos encontramos con dos tipos de lagares:

  • Los lagares más rudimentarios: 

Ofrecen una arquitectura funcional, y fueron construidos para atender las necesidades del cultivo y transformación de la vid. Se le puede definir como obras de arquitectura popular por nula utilización de planos previos, ya que se puede observar en la mayoría de estos, que hay una gran cantidad de elementos yuxtapuestos, según las necesidades del momento. Los materiales con los que se encuentran construidos, son aquellos que se podían obtener de los propios alrededores.

  • Luego nos encontramos con los del tipo de Jotrón:

Pertenece a las explotaciones de mayor tamaño. Estas eran propiedad de burgueses, lo cual produce que los lagares sean más elaborados y sigan el modelo básico y clásico, que consiste en la construcción de la casa bloque y la casa patio realizada en las haciendas más grandes o porque los dueños querían dotar a la explotación agrícola de una casa adecuada a las necesidades funcionales de la finca y que estuviese acorde con su posición económica y social.

No contamos con ningún documento que verifique al arquitecto de Jotrón, pero se baraja la idea que pudo ser Martín de Aldehuela, creador del Acueducto de San Telmo, y se le atribuye debido a que en el remate de la torre de contrapeso recuerda a la decoración de las fuentes de Calle Los Cristos y de la desaparecida Fuente Olletas.

Fig. 3. Izquierda, remate de la torre de contrapeso del lagar de Jotrón. Derecha, Fuente Olletas en Málaga, España, actualmente desaparecida. Fotografía: www.lagaresycortijos.wordpress.com

Jotrón tiene un tipo de construcción de origen muy antiguo, ya que se trata de una gran casa con un gran patio cerrado construido en todos sus frentes. Este tipo de construcciones se debe a las necesidades de defensa y de abrigo climatológico, es decir, estas casas con patio, daban a la vivienda unas condiciones óptimas para suavizar las altas temperaturas de verano, ya que deja varias zonas de aireación.

También son destacables la gran torre de viga y la fachada principal que tiene. Gracias a los restos que nos quedan de su fachada, podemos observar que tenía dos plantas. En la planta baja se encontraría la viga y la cocina, y en la parte alta estaría la residencia de la familia. 

En las tres zonas que quedan y que rodean el patio, se encontraban las otras dependencias y zonas de explotación como la capilla, dos grandes hornos (uno para el pan y otro para fabricar los ladrillos), cuadras, vaquerizas, bodega, molino, cebadero, tinaos, despensa, granero, etc. Se supone que en su entorno existió la casa del guarda.

El edificio está fabricado con los materiales típicos de la construcción de Los Montes. Mampostería para los muros, ladrillos en verdugadas, cadenas y jambas, y un mortero de barro pobre en cal, que sí aparece con mayor prodigalidad en enfoscados y enjalbegados. Las viguerías de forjados están realizadas en cuartones de madera, y de sus suelos y cubierta no quedan nada.

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Fig. 4. Se puede apreciar el estilo de construcción de mamposteria tipica de las construcciones de los montes. Fotografía Eduardo Ortuño.

Como se ha comentado, la torre de viga es destacable, por su gran dimensión, 14 metros de altura. Desde el punto de vista funcional es el elemento que convierte al edificio en un lagar, ya que sirve de apoyo a la viga de prensar la uva, y es la base de apoyo de sustento del lagar. Desde el punto de vista ornamental, era una torre que, además de por sus dimensiones,  estaba rematada con elementos decorativos muy destacables, e incluso con pinturas alegóricas, lo cual resaltaba el poder de los dueños de dicha finca.

Otras de las zonas destacables del lagar es la alberca, la cual por sus formas lobuladas la convierte en un gran elemento decorativo. Se cree que tuvo uso para el baño y recreo, pero el uso fundamental fue seguro el de almacenar agua para el regadío. Este es otro de los elementos en los que se establece la funcionalidad, el valor estético y el símbolo de clase social, al igual que ocurre con la torre, las pinturas, la fachada, y todos los elementos que quedan y que no quedan, pero se suponen por sus restos, se encontraban expuestos. 

Nos encontramos en una época donde la representación del poder social era muy importante, y en estos lagares se intentaba transmitir tanto con las dimensiones, como con su estética, decoración, etc. En definitiva se intentaba representar el auge de su dueño.

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Fig. 5. Alberca exterior del Lagar de Jotrón. Fotografía Eduardo Ortuño.

Decoración de Jotrón

Como hemos dicho antes, el Lagar de Jotrón contaba con una serie de pinturas murales tanto en la fachada principal como en la torre de contrapeso del lagar. No conocemos sus autores, pero sabemos que representan tres alegorías.

 

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Fig. 6. Alegoría rescatada del Lagar de Jotrón en 1996. Fotografía: www.lagaresycortijos.wordpress.com

Aunque la simbología de las figuras no es clara, se cree que hicieran referencia a la fertilidad, la riqueza y el comercio, y no a las estaciones del año como se ha pensado en algunas ocasiones. Se sabe que en la fachada principal había dos alegorías, enfrentadas, cada una a un lado de la entrada de acceso. Ambas pinturas estaban unidas por una guirnalda, la cual también desapareció con el derrumbe del edificio.

En una de ellas, que ha desaparecido debido al estado del edificio, se apreciaba una joven vestida al modo clásico pero con un gorro frigio y portaba un cesto con flores o fruta.

En la otra, la cual pudo ser rescatada y restaurada en el año 1996, se representa a una joven coloreada en tonos rojizos y sombreados, que viste una túnica y que sostiene en su mano izquierda un cántaro vertiendo agua, y con la mano derecha se recoge la túnica. Su cabeza, tal y como podemos ver en la imagen (Figura 6), está girada a la derecha y lleva un peinado adornado con cintas.

La tercera pintura, que en el año 1996, se encontraba en un estado aceptable, representaba a un Mercurio con un caduceo, símbolo ligado al comercio y se cree que a la profesión de la familia Maury. Actualmente, no queda nada del Mercurio, y solo puede intuir el caduceo con las serpientes.

 

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Fig. 7. Estado de la tercera alegoría del Lagar de Jotrón. Fotografía: www.lagaresycortijos.wordpress.com

Historia familiar

La familia Maury

Una de las familias propietarias de este edificio fueron los Maury, que como comerciantes fueron valorados, por los malagueños de la época, como modelo de éxito empresarial.

Juan Bautista Maury nace en 1740 en Oloron, Francia. Su trayectoria profesional comienza a los 12 años, cuando este joven inmigrante se establece en Málaga como aprendiz de mercader de ropas. En 1774 se casa con María Benítez de Castañeda, viuda de un mercader de vara.

Maury comenzó a escalar puestos gracias al desarrollo económico de aquellos años, hasta tal punto que en 1784 consigue ser promotor y socio fundador de la Compañía de Caracas de Málaga, y en 1791 ya tenía su propia compañía comercial “Juan Bautista Maury, hermanos y CÍA”.

Cuando consolida su situación económica y habiendo adoptado un status importante en los grupos nobles, decide establecer parte de sus beneficios en la compra de bienes raíces que rodearan y consolidarán su status, de este modo pondría a salvo parte de su economía ante los riesgos del comercio.

En cuanto a su familia, asoció a sus negocios a su hijastro Nicolás Muñoz, y dotó a su hijo, Juan María Maury, de conocimientos mercantiles enviándolo a Londres para su formación. A la par que le proporcionó un importante aporte económico para crear en Francia la asociación “Saraille, Maury y Cía”. Y a su hijo José María, lo encaminó con la compra de un grado de teniente hacia la carrera militar.

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Fig. 8. Retrato de Juan Mº Maury. Fotografía www.todocolección.net

En 1804 fallece Juan Bautista Maury, dejando una herencia de gran capital, importantes propiedades en la ciudad y el campo, y una gran posición social a sus hijos. Entre los bienes inmuebles, se contaba una fábrica de licores y otra de jabón y perfumes, además de varias fincas rusticas y urbanas. De las fincas rústicas, hay que mencionar el Lagar de Jotrón y una finca de regadío en Torremolinos. De las urbanas destacar que eran 11 viviendas de nueva construcción, una casa de recreo, un solar y una viña.

En el testamento postmortem de Juan Bautista, es donde encontramos la descripción más amplia de la finca, ya que es aquí donde se describe y contabiliza la construcción, el lagar, el huerto, los aperos, las barricas destinadas al vino, muebles, etc. Lo cual nos aporta datos importantes sobre el patrimonio mueble e inmueble de la burguesía malagueña de finales del siglo XVIII. Lo más valorado eran las tinajas de barro, las barricas de vino y la viga del lagar.

Durante la invasión Francesa de Málaga, los herederos de Maury, ceden su casa de la calle Alameda, para alojar a Don José Bonaparte en Marzo de 1811, lo cual nos transmite el poder de esta familia en Málaga en esos momentos.

Pero tras la Guerra de la Independencia, los bienes raíces de la familia son expropiados, ya que los descendientes de franceses se situaron en el punto de mira de la población local. Su conocida casa de la Alameda, la finca junto al hospital de San Lázaro y la finca de regadío de Torremolinos, pasan a manos españolas, pero Jotrón sigue siendo propiedad de la familia.

Otros datos de interés del Lagar de Jotrón

Se dice que este lagar tenía la misma cantidad de puertas y ventanas como días tiene el año, y que en él trabajaban más de 400 personas, lo cual representaría la magnitud de este terreno.     

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Fig. 9. Vista de la fachada interna del Lagar de Jotrón desde el patio. Fotografía Eduardo Ortuño.

También se cuenta que en la base de la montaña, existió la Ermita de Jotrón y un despoblado mozárabe mucho más antiguo que esta historia.

La tradición oral nos deja anécdotas de Jotrón como la de las grandes fiestas que duraban varios días. Con la procesión o romería, que iban acompañados por los cantos de los verdiales, en los cuales se reunían a los dueños de los lagares vecinos, y se recorrían los principales carriles hasta llegar a la Ermita de Jotrón, como finalización de un año de duro trabajo.

Según se puede leer en la Revista Jábega, en esas fiestas:

“…el dueño come en la misma mesa con todos sus jornaleros y se puede ver a su mujer peleándose con los labriegos para meter la cuchara en la sopa. Por la tarde mientras pasa la copa que alegra, se pueden escuchar los comentarios satíricos de los chistosos sobre los defectos imaginarios o reales de unos y otros, y con igual libertad sobre los del señor y su esposa, quienes lejos de ofenderse, les jalean sus dichos devolviendoles las bromas…”.

Fig. 10. Extracto de la revista Jábega sobre la vida en el Lagar de Jotron.

Otra de las impresionantes características de Jotrón es el jardín que poseía en aquella época. En la finca, hay un árbol que debemos destacar ya que está catalogado por la Junta de Andalucía como árbol singular. Nos referimos a «El Ombú de Jotrón».

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Fig. 11. Ombú de Jotrón antes de la caída del rayo de 2010. Fotografía Montes de Málaga en bici.

Del cual se cuenta que lo trajo un argentino, ya que es una especie originaria de aquel país a la par que de Uruguay y Brasil. El árbol todavía se puede observar en el lugar. Aunque en 2010, durante una tormenta, cayó un rayo en el Ombú, lo que produjo un importante corte en su tronco. Este tipo de árbol, junto con los granados, ciprés, castaños, albaricoques, etc. formaban el jardín del Cortijo.

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Fig. 12. Ombu de Jotrón tras la caída del rayo en 2016. Fotografía Eduardo Ortuño.

La historia de "La cruz de hierro de Jotrón"

Otra curiosidad importante a destacar es el suceso que Narciso Díaz de Escobar recogió en el diario «El Telegrama del RIF» el 25 de agosto de 1922. Aquí se detalla los sucesos que se dieron lugar a la colocación de una cruz de hierro en el Partido de Jotrón, durante una Fiesta de Verdiales.

En dicho diario se puede leer que una vez paseando, Narciso Díaz y Blas Postigo vieron una cruz de hierro clavada en una roca. A lo que Blas, vecino de la zona, le comentó la historia que albergaba esa cruz, ya que él fue testigo. La cruz recordaba un hecho de sangre y celos.

Blas nos narra lo siguiente:

«No crea usté, señorito, que esa cruz está en ese lugar por que sí. Recuerda un hecho de sangre y celos.Es larguillo de contar, pero le prometo referírselo toíto entero, cuando estemos en el lugar. Han pasado muchos años, pero lo tengo fresquito en la memoria. Fuí testigo del lance y uno de los que declaró ante el Juez cuando vino en busca de averiguaciones.

 

Hace años existía en este partío y en el de los Verdiales una costumbre muy rara. Cuando llegaba el sorteo de quintos y éstos eran llamados pa cargar con el chopo y el fusil, se celebraba una fiesta por toó lo alto. Las guitarras y los platillos no cesaban un momento, se ajuntaban mejores cantaores y cantaoras de estos lugares, se vaciaban las cubas de las boegas y no cesaba el alboroto hasta por la mañana.

 

Viejos y jóvenes, mujeres y hombres asistían a la juerga y se consideraba ofensa el que se faltase a ella, como no hubiese un motivo muy justificao. Pero lo principal del caso era que antes del partir , el mozo que hubiese sacao el número más bajo, tenía el derecho de dar un beso a la campesina soltera, que eligiese.

 

 

Era un derecho al que naide podía oponerse y las campesinas lo miraban como un deber, que no había medio de escusar. En lo antiguo se formó la costumbre y había que respetarla. Llegó la guerra civil, cuando murió el rey Fernando VII y vino al trono la niña, como todos llamaban a Doña Isabel II.

 

Hubo una quinta extraordinaria y a estos partíos de Jotrón y Verdiales le correspondieron dar ocho sordaos. En verdad que toitos eran mozos de corazón, que no sintieron ni miar al tener que marchar a defender la patria y la Constitución.

 

Se organizó la fiesta de costumbre, a la que asistió y presidió un sargento del Provincial de Málaga, encargao de recoger los reclutas. Se fijó sitio, que se engalanaría con mantones y pañuelos, colchas y sábanas y vinieron tocaores de guitarras notables y cantaores dirnos de oirse, que entonces los había de buten en estos caseríos.

 

Allí estaba, en primer término, Rosita la del lagar del Confitero. ¡Me parece que la estoy viendo! Era una jembra de cuerpo entero. Gastaba unos ojazos negros que eran dos faroles alumbrando; un boquita pequeña y encarná como las flores de los granaos y un cuerpo, que, ni jecho por un tornero, saldría mejor.

 

Era novia de Joseillo el de los Pintaos, uno de los quintos, y se decía que estaban, loquita ella por él y él por ella. Rosa tenía muchos pretendientes que envidiaban la suerte de Joseillo, pero entre ellos el más enamorao era Antoñete el del Olivar del Cura, un barbián de mucho temple, pero de mala intención.

 

Llegó la hora de la fiesta. Se bailó, se cantó, ser rió y se quedaron limpias las bandejas de roscos que había preparás. Hay que confesar que el vino corrió más de lo que debía correr y  el que menos se puso pintón.

 

Yo jablo por esperiencia. Empezaba a clarear cuando la fiesta terminó, pues los muchachos tenían que salir con el sargento, para estar en el cuartel de la bajá del Mundo Nuevo, trempano. Durante toa la noche no se había separao Joseillo de su novia, y bien pudo ver cómo Antoñete no le quitaba los ojos de encima. ¡Aquello era una provocación seguía! Pero oyó los consejos de Rosa y se resirnó a callar.

 

 

Fiel a la costumbre, el más viejo de toiticos los presentes se adelantó, y en voz mu alta dijo:

 

– Chicos: en nombre de vuestros padres os bendigo deseo güena suerte. Defended a nuestra Reina, que Dios guarde y morir veinte veces antes que ser cobarde una. Ahora el que tuvo el número más bajo, tiene derecho a besar a la mocita que escoja, como despedía de tóos. Esa suerte le ha correspondío a Antoñete.

 

Rosa se puso del color de la amapola. Joseito se arrimó más a ella, como queriendo defenderla con su cuerpo, como si estuviese seguro de que ella iba a ser la escogía entre toas las muchachas que allí se reunían. Antoñete avanzó dos pasos; sus ojos se fijaron en la novia de Joseillo, abarcándola en una mirá llena de apetitos, de orgullo, de lujuria, de mala intención.

 

Para Joseillo, no pasó desapercibido, y con artitú resuerta, avanzó al centro del grupo que se iba formando, sacó un cuchillo de la faja y gritó a sus compañeros:

 

– El que intente besar a esa jembra, que se despía der mundo.

 

Antoñete sonrío de manera infernal. Dió un salto, burlando a Joseillo, y mientras sus brazos estrechaban el cuerpo de Rosa, procuraba poner sus labios en aquella boquita pequeña, que con violencia le rehusaba.

 

Toito fue cosa de un momento; Joseillo clavó el arma en la espalda de Antoñete, y éste se desplomó como jerío por un rayo, exclamando:

 

– ¡Me ha matao!

 

El cuchillo le había partío el corazón. Ya sabe usté, señorito, el por qué hay una cruz de hierro en aquel lugar, en el mesmo sitio donde cayó el cuerpo de Antoñete.

 

La peligrosa costumbre, que dió motivo al suceso, desapareció desde entonces, pero entovía los viejos de Jotrón la contamos a los mozos, cuando éstos marchan a servir al Rey.

Fig. 13. Testimonio de Blas Postigo narrado para la revista Jábega.

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Fig. 14. Fiesta de los quintos explicada en el Museo del Alcázar de Toledo.

Este suceso se cuenta que ocurrió tras la muerte de Fernando VII que fue en 1833; la guerra civil que se inicia (I Guerra Carlista) duró hasta 1840. Durante este periodo 1833-1840 debió suceder este acontecimiento. Hay información sobre una quinta extraordinaria que aprobó el Congreso en 1838.

Fig. 15 Testimonio original de Blas Postigo narrado para la revista Jábega.

Jotron es un lugar olvidado de la historia de Málaga, oculto en los montes que un día fueron el motor de la economía de nuestra ciudad. Tras estos escombros que hoy quedan, la historia permanece para quien quiera aprender de su pasado.

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Fig. 16. Cartel que todavía se puede observar en la fachada del Lagar de Jotron. Fotografía Eduardo Ortuño.

Referencias

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. NBM

    Muy buenas. Muchas gracias por haber escrito este blog.

    Soy malagueña, y un día haciendo un paseo por los Montes me encontré, junto a mi amigo, este precioso lugar.

    Me encantó, tanto que he tenido que investigar para saber qué fue.

    Sabía que había sido muy especial, por su aspecto, su antigüedad, sus ruinas y su grandeza, que me llamaban a descubrirlo.

    De nuevo, gracias por escribir esto, me ha solucionado mis dudas.

    1. E. Ortuño

      Gracias a ti por leerlo. Jotron es un sitio muy especial para nosotros, hemos pasado muchas noches allí y su aura te atrapa.

      Tiene una gran historia y Málaga se forjó en estos montes.

      Nosotros solemos explorar mucho los montes de Málaga y hemos encontrado muchas historias interesantes que puedes encontrar en nuestros blog. Todo con documentación oficial que puedes consultar en las Referencias al final de cada articulo.

      Un saludo y a explorar Málaga 🙂

  2. Álvaro Amaya

    Buenas tardes, en primer lugar, felicitaros por la entrada de vuestro blog. Bien documentada e interesante de leer. Sin embargo, me gustaría señalar que algunas de las fotografías, por ejemplo la de la torre de contrapeso y la alegoría, pertenecen al propio blog de Lagares y Cortijos, el cual gestiono.

    Las fotos las cuelgo en dicho sitio precisamente para compartir y divulgar, no tengo problema en que se usen en otros sitios como éste, es más, me alegra.

    No obstante, sí sería de justicia citar la procedencia al pie de las imágenes como habéis hecho con las que proceden de otros sitios web.

    Un saludo y ánimo con vuestro blog.

    1. E. Ortuño

      Hola Alvaro, ¿Que tal?

      Soy Eduardo, claro, sin problema, actualizamos la información del blog. Son muchos los lugares que visitamos y que intentamos documentar. Los informes me los realiza Mari Carmen y yo los paso a la web.

      No te preocupes, si ves cualquier otra cosa que tengamos que corregir y dar la información correcta, sin problemas.

      Aquí no tratamos de apropiarnos del trabajo de nadie, simplemente apoyarnos en el y aportar nuestra experiencia a este mismo. Por eso están todos los enlaces en las referencias.

      Un saludo y me dispongo a añadir la información.

      Que pases un gran día.

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