Autor: Eduardo Ortuño Pampin.

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Descripción del lugar

Casa situada en pleno parque natural de los montes de Málaga, se accede a ella tras un paseo de unos 20 minutos desde la venta Galwey tomando un sendero que nos guía hacia el corazón de la montaña.

 

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Fig.1 Estado en 2017 del Cortijo Zambrana en plenos montes de Málaga. Fotografía Eduardo Ortuño.

Tras la última curva del camino y cubierto por los árboles, podemos observar la figura de lo que queda en pie de una próspera finca, antes de que la plaga de la filoxera, en 1877, asolara la mayor parte de cultivos de vides de la provincia malagueña.

 

Historia del lugar

Creemos que la finca se construyó a finales del siglo XVII o principio del XVIII perteneciente a Don Manuel de Zambrana, un presbítero sacristán mayor de la capilla de los Reyes y a su vez fue también recolector de la iglesia del Sagrario.

La finca contaba para esa época con 13 fanegas de cereal y 100 obradas de viñas, además de bastantes higueras, cerezos, guindos y ciruelos. Su lagar poseía dos naves con dos plantas.

 

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Fig. 2. Restos del suelo de la casa de cortijo Zambrana, ahora derruida. Fotografía Eduardo Ortuño.

Este cortijo, el de Torrijos, el de Heredia, y otros muchos, entre los más de 800 repartidos por el monte, muestran cómo el cultivo de la vid, y, en menor, medida del aceite en Los Montes, fueron grandes impulsores de la actividad exportadora de Málaga, que estuvo íntimamente ligada a la explosión industrial de la capital.

Tanto, que en muchos casos, los mismos apellidos, muchas veces extranjeros y emigrantes de otros puntos de España que se enriquecieron en Málaga, son los impulsores de la actividad industrial y la agrícola. De ahí se entiende que cuando la filoxera acabó con las vides, Málaga se viera muy afectada.

La finca contaba para esa época con 13 fanegas de cereal y 100 obradas de viñas, además de bastantes higueras, cerezos, guindos y ciruelos. Su lagar poseía dos naves con dos plantas.

 

Conclusiones

La sensación que nos da la casa es la de ser otro cortijo más en el monte, donde una familia más de los montes se estableció para pasar sus días. Ya fuera para apartarse del estrés de la ciudad o bien trabajando las tierras y cuidando el ganado.

La arquitectura del edificio nos muestra la típica casa de pueblo amoldada para la eficacia más que para la comodidad de los inquilinos, aunque sabemos que lo que queda de la casa es solo un tercio de lo que en realidad fue, viéndose zonas de solería en mitad del campo.

En la página del catastro podemos encontrar que la finca se registró oficialmente en el 1975 y la parcela sigue en uso agrícola siendo los almendros su mayor fuente de explotación, por lo que su abandono creemos que es reciente, por eso la mayoría de su estructura ha aguantado el paso del tiempo.

Referencias

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